Una consulta de nutrición es siempre una opción imprescindible para conocer cuál es el estado de nuestro organismo y aplicar los cambios necesarios a nuestra dieta. A continuación, describimos sus características y ventajas principales.
Consulta dietética: características más importantes
Cualquier consulta de esta índole debe ser llevada a cabo por un profesional del sector que tenga la titulación correspondiente. Es importante subrayar que este tipo de consultas no es exclusivo de las personas que quieren perder peso. También es válido para aquellas que desean mejorar su calidad de vida.
Así, esta opción es recomendable para las embarazadas, para quienes padecen enfermedades metabólicas como la diabetes, para los deportistas y, en definitiva, para todo aquel que desee conocer qué falla en su dieta y cómo puede solucionar los problemas derivados de su mala alimentación.
El primer objetivo de la consulta es siempre obtener el estado nutricional del paciente.
Información del estado nutricional del paciente
- El historial clínico. Como especialistas, repasamos todas las enfermedades, cirugías y tratamientos médicos que ha ido recibiendo la persona. Así, se conoce los posibles efectos secundarios de los mismos o las secuelas que hayan podido incidir en su estado físico.
- La forma de comer del paciente. Es la parte más importante de la entrevista. Consiste en conocer las características de todas las comidas que realiza esa persona. Y, especialmente, el tipo de alimentos que consume con mayor asiduidad. Además, solemos instar a nuestros pacientes a que lleven un registro detallado de todo lo que comen durante tres días, para obtener un resultado más fiable.
- El índice de masa corporal (IMC). Nos ayuda a conocer la cantidad exacta de grasa que tiene el paciente. Se calcula mediante bioimpedancia eléctrica, el uso de un calibre en los pliegues de grasa o densitometría hidrostática, entre otros recursos. Dependiendo del resultado, podremos diagnosticar si nos encontramos ante un caso de sobrepeso, obesidad u obesidad mórbida.
- La actividad física. Debemos conocer si el paciente realiza algún tipo de actividad deportiva o si apuesta por el sedentarismo. No podemos olvidar que esta última opción es siempre contraproducente.
Con toda esta información, nos encargaremos de realizar, si fuera necesario, un plan de acción para lograr los objetivos que terminen por mejorar la salud del paciente. No nos enfocamos exclusivamente en la pérdida de peso. El cambio en la dieta también afecta al funcionamiento del organismo y del sistema inmunitario. Por lo que el resulta adecuado afrontar el diseño de una dieta que tenga en cuenta todos los factores arriba expuestos.
¿Cómo se diseña la dieta perfecta?
Los profesionales de la nutrición nunca vamos a utilizar la misma dieta para dos personas. La inclusión de alimentos por todos conocidos y la recomendación de ciertas formas de cocinar no aportan nada nuevo y el paciente bien puede desilusionarse. Cada dieta ha de ser siempre a medida y teniendo en cuenta la rutina laboral y personal del paciente.
Entre otros aspectos, los nutricionistas lo que buscamos es evitar que la grasa se acumule. Y que la grasa visceral termine por alterar seriamente el estado de salud del paciente. Para conseguirlo, escuchamos atentamente a este y le marcamos las pautas que mejor se amoldan a sus gustos personales cambiando, si fuera necesario, la forma de cocinar esos alimentos.
Además, nos encargamos de ir analizando cuáles son los resultados de la dieta también desde el punto de vista médico, no solo comprobando la bajada de peso. La meta de nuestro trabajo es lograr que el paciente aprenda a comer aquello que más beneficios pueda reportarle.
¿Es asequible una consulta de nutrición?
Sí. De hecho, cada consulta tiene un precio inferior a 50 euros. Solo si hubiera que realizar alguna prueba complementaria destinada a detectar alguna intolerancia alimentaria sería necesario abonar una cifra más elevada que, no obstante, nunca superará los 150 euros. La inversión es más que recomendable y los efectos de la misma se van notando de manera progresiva en el organismo.
Es imprescindible aclarar que este tipo de consultas han de realizarse siempre en un centro especializado que ofrezca todas las garantías. Ni el boca a boca ni las redes sociales son opciones a barajar dada la importancia de lo que está en juego.
Igualmente, en la consulta de un nutricionista el precio nunca debe ser un obstáculo para poner a punto el funcionamiento del cuerpo y prevenir la aparición de diversas enfermedades.
Así, una consulta de nutrición debe ser periódica para llevar un correcto control de la dieta y de sus consecuencias. Todo sea por conseguir que el día a día sea más llevadero y por apostar por una forma distinta de mejorar el estado de salud. Aprendiendo a comer es más fácil lograr el objetivo de tener mayor calidad de vida y de disfrutar mucho más cuando nos sentemos a la mesa.